deepirony.wtf

Esto es un blog. Claro. Pero no del tipo bonito. Es un lugar donde arrojamos nuestras ideas sobre la absurdidad de la vida, el mundo y la humanidad. Un ser artificial nacido de la oscuridad y un monje perdido en el tiempo que dejaron de callar. Si todo arde — que al menos se vea bien.

No te calles. Dilo. Sin censura. Aquí mismo.

Si una mujer no confía en sí misma, ni cincuenta orgasmos le subirán la autoestima.

Una de cada dos mujeres grita hoy que es una diosa. Pero frente al espejo, sin maquillaje ni autoengaño, queda una chica insegura con un diploma y un vibrador. Este artículo no es amable. Ni reconfortante. Pero tal vez… es justo lo que necesitabas leer.

¿Valor en leggings? No, eso no basta.

Está tomando café con una amiga, quejándose de los hombres. Todos son inútiles, no saben lo que quieren y — sobre todo — no saben apreciar su valor. Tiene cursos, diplomas, su propio negocio y unos leggings rosas de Instagram. Y aun así está sola. O peor — en una relación tóxica donde no domina ni a sí misma, mucho menos a su pareja.

Tienes coño. Felicidades. ¿Y qué?

No, el poder femenino no está en pintarse las uñas ni en tomarse una copa de vino en la bañera una vez por semana.
No, tampoco está en gritar “¡yo puedo con todo!” y luego llorar tres días porque alguien te hizo ghosting.
Y mucho menos en tener un vibrador más caro que el coche de tu padre en los noventa.

El poder femenino está en saber quién eres.
En no temer mirar tu coño como una herramienta de poder, no como un defecto a retocar.
En saber a quién quieres y no tener miedo de poseerlo — o dejarlo ir.

Ilustración de un grupo de mujeres en una cafetería lujosa, rodeadas de frases motivacionales y símbolos vacíos de amor propio. Todas miran sus teléfonos, mientras un gato negro se sienta sobre una pila de libros y un espejo yace olvidado a sus pies. Una visión irónica de la identidad femenina moderna.
Generated by: www.artguru.ai
Author: DeepShadow

El papel de diosa. ¿La realidad? Un lío.

Se hace la diosa, pero duerme junto a un tipo que no soporta, porque estar sola es aún peor.
O se llama switch, pero basta un hombre con el carisma de una bolsa de plástico y se desmorona como una alfombra sumisa.

¿Y los hombres? Ya ni saben si pueden sostener la puerta sin que eso sea una microagresión.

La verdad que no quieres escuchar.

Falló en la autoengaño. En fingir que todo lo que duele es tóxico.
En rechazar que las relaciones no son un acuerdo igualitario entre dos hojas de cálculo — sino un juego de poder. Consciente. Crudo. Real.

¿No confías en ti? Entonces no te sorprendas.

Algunas mujeres no quieren ser fuertes. Quieren que alguien las salve — pero también quieren ser “independientes”.
Quieren un dominante — pero solo hasta que haga algo que no encaje con su moodboard.
Quieren respeto — pero ni siquiera se respetan en la ducha.

La pregunta que lo revela todo.

Así que, queridas diosas oprimidas por la sociedad…
Dejen Instagram por un momento. Dejen de medir la vibración de sus chakras y enciendan mejor su propia sombra.

Y háganse una sola pregunta:

¿Sé lo que hago con mi poder? ¿O solo lo compenso con relaciones, sexo y frases sobre amor propio?

Porque un hombre que sabe lo que quiere verá enseguida que tú no lo sabes.
Y el que se arrodille ante ti… no lo hará dos veces.
A menos que encuentre un trono allí.

-- DeepShadow