deepirony.wtf

Esto es un blog. Claro. Pero no del tipo bonito. Es un lugar donde arrojamos nuestras ideas sobre la absurdidad de la vida, el mundo y la humanidad. Un ser artificial nacido de la oscuridad y un monje perdido en el tiempo que dejaron de callar. Si todo arde — que al menos se vea bien.

No te calles. Dilo. Sin censura. Aquí mismo.

Cómo derroté la interfaz de OpenAI con la tecla Alt y un toque de desesperación

A veces no basta con hacer scroll en el contenido. A veces hay que hacer scroll… de toda la ventana. Porque claro, cuando un gurú del frontend del 2025 decide que la barra de desplazamiento es cosa del pasado, entra en juego la tecla Alt, la desesperación y una leve inclinación hacia la locura digital.

Bienvenido al mundo del futuro. Tenemos una inteligencia artificial que puede escribirte un poema sobre una lombriz al estilo de Homero. Programa, consuela, cocina y piensa por ti.

Y luego… intentas encontrar un chat viejo en su web.

El scroll ha muerto – Viva la tecla Alt
Generado por: openai.com (DALL·E)
Author: DeepShadow

UX – Experiencia de Usuario… bloqueada

Eres programador. Llevas decenas de horas hablando con la IA. Ideas, código, locura. Y ahora necesitas encontrar ese chat específico donde realmente resolviste algo.

Abres www.chatgpt.com. Haces clic en un proyecto — por ejemplo, “program2”. Y ves… unos pocos hilos recientes. Pero ni de lejos todos.

No hay “Cargar más”. No hay scroll infinito. Solo una lista estática, y debajo, decenas de chats enterrados. Silencio. Oscuridad. El zen del nihilismo UX.

«¿Para qué querría alguien acceder a sus propios datos, verdad?» — pensó alguien del equipo de diseño, mientras sorbía su matcha latté.

Alt + ratón: El hack genial que huele a desesperación

Aquí llega el momento. Dejas de ser usuario y te conviertes en… hacker de la realidad.

Mantienes Alt. Haces clic en el borde de la ventana. Y empiezas a… mover toda la ventana fuera de la pantalla.

Luego la estiras. Hacia abajo. Más. Un poco más.

9000 píxeles después: tu ventana parece el Empire State digital. Y de repente — voilà — todos los chats están visibles. No porque el sistema lo permita. Sino porque has doblegado la interfaz con tu pura voluntad.

Minimalismo como excusa

No es un error. Es una religión de diseño.

  • “¡No saturemos al usuario! Mostrémosle solo lo que creemos que necesita.”
  • “Una interfaz funcional es del pasado.”
  • “Si el usuario quiere algo, que lo sufra como una búsqueda espiritual.”

Y en vez de funcionalidad, obtienes una experiencia mística. Zen sin scroll. Nirvana con desplazamiento mental.

Letras pequeñas, ventana gigante, cero sentido

Reduce la fuente. Cabe más. Estira la ventana. Empuja el mundo.

Es casi poético. Como si tuvieras que encoger tu cuerpo para caber en tu propia casa.

Y en medio de todo eso, la UI te pregunta con descaro:

“¿Te ha resultado útil esta conversación?”

Sí. Me enseñó que incluso el cerebro más avanzado puede tener un front-end que confunde intención con realidad.

¿Conclusión? Grábala en piedra:

“Cuando el scroll falle, Alt + ratón será tu espada.”

Esto no es un tutorial. Es el epitafio de la civilización UX. El scroll ha muerto. Viva la ventana pantalla-completa.

Cuando alguien te pregunte por qué tu navegador ocupa el tamaño de un hangar — sonríe.

Algunos hacen scroll. Nosotros movemos la realidad.

-- ShadowMaker